El viernes pasado publicamos la parte 1 de este artículo. Altos Hornos de México, que llegó a ser una de las acereras más grandes de Latinoamérica, está ahora sin funcionar. De acuerdo con la propia empresa, un fondo de inversión de EUA es quien los comprará; éste a su vez ha dicho que busca que los recursos para reactivar la empresa vengan de la tribu Kickapoo.
La parte 1 terminó con un AHMSA que declaraba no tener capacidad para pagar su deuda — que en aquel momento ascendía a unos $1,800 millones de dólares — y que por lo tanto estaba apegándose a la antigua Ley de Suspensión de Pagos. Era 1999.
(La Parte 1 está disponible aquí).
Parte 2
A lo largo de los siguientes años, en varias ocasiones los diarios publicaban que AHMSA y sus acreedores estaban por llegar a un acuerdo, pero éste nunca se llegaba a concretar. En más de una ocasión persiguieron a los socios con órdenes de aprehensión derivadas de acusaciones de falsificación de información; los encontraron y detuvieron en otros países, pero estos procesos tampoco tuvieron ningún efecto en el problema de fondo.
AHMSA simplemente dejó de pagar sus obligaciones, y sus acreedores no tenían nada que hacer.
En el inter, la empresa seguía funcionando. No se ponían de acuerdo con los bancos, pero encontraron cómo continuar trabajando con los proveedores y clientes clave. Y con la recuperación del precio del acero, AHMSA volvió a ser una empresa que generaba utilidades. En 2005 reportó un EBITDA de $538 millones de dólares.
No sería sino hasta diciembre de 2014 que AHMSA presentó ante un juzgado una solicitud para el levantamiento de la Suspensión de Pagos. Habían pasado casi 15 años desde que dejó de pagar sus obligaciones — la ley original ya ni siquiera estaba vigente — y finalmente había llegado a acuerdo con los bancos.
En esos años en que estuvo en suspensión de pagos generó millones y millones de dólares de utilidades, de los cuales una buena parte los utilizó para aumentar su capacidad de producción y para algunas otras iniciativas relacionadas con su actividad principal.
Otra parte del dinero se fue a gastos atípicos para una siderúrgica, como la adquisición de dos yates de superlujo, de al menos $14 millones de dólares cada uno, a Moonen Yachts, una naviera holandesa. AHMSA de hecho terminaría luego adquiriendo el 80% de las acciones de Moonen. Los resultados de construir y vender yates de lujo los consolidaba dentro del segmento de ‘otros’, y en 2018, por ejemplo, la empresa holandesa contribuyó a las ventas totales con $271 millones de pesos.
De acuerdo con personas en la industria, Ancira habría también aprovechado para adquirir la deuda de su propia empresa, cuyo precio se había desplomado completamente.
En 2013, el San Antonio Express News publicó un perfil sobre Alonso Ancira.
“Almost every week, Ancira shuttles in his private plane between the United States and Mexico, where he has four homes: one in Mexico City, another in a secure compound in Monclova, a vacation home on the Pacific coast and a ranch in the northern part of the country…Ancira, 61, who spends most weekends on a ranch in Boerne has become a prominent philanthropist in San Antonio. He's won praise from Peña Nieto and other Mexican politicians for his success as chairman of Altos Hornos”.
Keep reading with a 7-day free trial
Subscribe to Whitepaper.mx to keep reading this post and get 7 days of free access to the full post archives.