Sofisticando la carne asada

Historias de emprendedores: Sociedad Mexicana de Parrilleros

Al final de este artículo, incluimos un audio con un poco más de contexto sobre esta historia y un resumen de los principales aprendizajes.

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Poner un puesto de hamburguesas, vender una receta casera o dar clases particulares son actividades que muchísimas personas pueden empezar a hacer de un día para otro y casi inmediatamente ganar algo de dinero.

Sin embargo, los modelos de negocio que son fáciles de arrancar suelen ser después muy, muy difíciles de escalar. Como cualquiera los puede lanzar prácticamente sin inversión, la competencia es enorme, los márgenes siempre están limitados y es casi imposible desarrollarles diferenciadores significativos.

Alejandro Gutiérrez tuvo un puesto de pollos donde vendía también discada y frijoles. Después trató con tiendas de “todo a $5 pesos” —primero como parte de una franquicia y luego desarrollando su propia marca. Pero el concepto no funcionó y tuvo que cerrar las 3 sucursales que llegó a tener. Intentó hacer algo en bienes raíces, vendió paellas y, en su momento, también dio clases de diseño industrial.

Se acercaba a los 30 años, pero por más que trataba, no encontraba una fórmula ganadora: algo que pudiera hacer que fuera realmente valioso para alguien —que ese alguien estuviera dispuesto a pagar bien por ello— y en donde Alejandro tuviera una ventaja competitiva que le permitiera construir algo diferente.

En 2012 se topó en la tele con una competencia de BBQ en algún lugar de Texas. La cocina —y sobre todo el asador— había sido siempre una de sus pasiones. Se emocionó con lo que vio porque era precisamente su tipo de ambiente. En aquel momento tenía incluso un blog donde publicaba sus recetas para la parrilla.

Entró a Google para buscar algo así en Monterrey para apuntarse a alguna competencia similar.

Nada. No encontró nada similar al concepto que estaba viendo en EUA.

¿Y si lo organizaba él?

Esa idea terminaría convirtiéndose en el evento de su tipo más grande en América Latina, organizado por una empresa que además ofrece cientos de clases de cocina cada mes y que ha creado alrededor de 200 productos propios que comercializan en todo el país.

¿Cuál fue la receta que permitió que Sociedad Mexicana de Parrilleros, a diferencia de tantos otros emprendimientos similares, pudiera convertirse en una empresa?