Desde antes de que la Fundidora comenzara a operar, en 1903, la zona alrededor de esta ciudad era atractiva para empresarios relacionados con la industria siderúrgica debido a la presencia de yacimientos de fierro y carbón. Grandes empresas – y grandes fortunas – se construyeron en Monterrey alrededor del acero.
Con la venta de Hylsa, y posteriormente de IMSA, muchos creyeron que los empresarios regios estaban fuera del acero.
Esto no es así.
Monterrey sigue siendo una ciudad tremendamente importante para la industria del acero, y no solamente por las operaciones de Ternium – la empresa que se quedó con Hylsa e IMSA.
Nuevas generaciones de empresarios regiomontanos están construyendo enormes empresas relacionadas con el acero, y lo están haciendo con la mentalidad y actitud que ha definido la cultura empresarial de esta ciudad.
Negocios familiares
Es fácil comenzar mencionando a la familia Gutiérrez, de Deacero. El año pasado tuvieron ventas por algo así como $2.3 billones de dólares – no publican sus estados financieros por lo que no podemos saber de qué tamaño fueron las utilidades, pero en este segmento, de acuerdo con información de empresas públicas, las utilidades suelen rondar entre un 10-13% - lo que en este caso representaría entre $200 y $300 millones de dólares. Según un artículo publicado por la revista Forbes son los mayores productores de alambres galvanizados en el mundo, tienen plantas de producción en México y Estados Unidos – el 40% de sus ingresos vienen de fuera de México – y crecen también con mallas y cercos.
La empresa es estrictamente familiar. Los hermanos en la segunda generación se turnan la dirección general y la presidencia, y ahora la tercera generación comienza a ocupar los puestos de primer nivel. Eugenio Gutiérrez es el CFO, su hermano Gabriel es el responsable de las plantas y Mauricio y Sergio, también hermanos, ven los temas comerciales.
Grupo Industrial LM es otro de los gigantes. Don Lauro Martínez tiene más de 90 años pero sigue activo en el negocio. Es una leyenda en esta industria: otros empresarios cuentan de lo estricto que es para negociar y de su infatigable ética de trabajo. Nos compartieron una anécdota que nos pareció única: hace algunos años, mientras instalaban una nueva línea en una de las plantas, Don Lauro decidió “mudarse” a la fábrica para estar pegado a la instalación y asegurarse que todo salía a tiempo. Supuestamente dormía en un catre, en la caseta de la entrada. Andaba ya cerca de los 80 años.*
Cuatro de sus hijos, más 10 nietos – a todos éstos les pidieron que estudiaran maestrías en EUA – están ayudando a que esta empresa crezca de una forma muy acelerada: estimamos que en los últimos cinco años habrá duplicado su tamaño y no parece que vayan a bajarle el ritmo.
Don Lauro llegó a Monterrey después de crecer en un rancho en Tamaulipas, y tras una experiencia trabajando en un banco, comenzó a armar baleros para ventanas en la mesa de su casa. Sus hijos se involucraron, él diseñó una máquina para hacer perfiles de acero, y empezaron. Hoy emplean a más de 3 mil personas en cuatro negocios principales: lámina galvanizada (Galvasid), perfiles de acero (Perfiles LM), perfiles de aluminio (Indalum) y conductores eléctricos (Kobrex). En todos estos negocios compiten en el ‘top tres’ a nivel nacional, y sus productos están en lugares tan variados como el edificio del Senado en la CDMX, el Metropolitan Center en Monterrey y hasta el Staples Center (Los Ángeles) y el estadio de los Red Sox (Boston).
En Prolamsa arrancaron con perfiles de acero para ventanas, en 1954, y hoy son especialmente relevantes en tubería de distintos tipos, incluyendo productos especializados para la industria automotriz. En 2013 invirtieron más de 100 millones de dólares para construir una enorme y moderna planta en Bryan, Texas – Axis Pipe & Tube – en donde producen tubería especializada para el mercado de energía. Esta fábrica – ubicada en el ‘corazón’ del petróleo y el gas – les ha permitido atender directamente a grandes empresas petroleras en ese país.
También con un fuerte énfasis en soluciones para la industria energética (petróleo y gas), Tubacero es un enorme fabricante de tubería de diámetros mayores. Joseph Woldenberg, presidente del consejo de administración de esta empresa fundada en 1943 en Monterrey, explicó hace algunas semanas en una entrevista con medios de comunicación que Tubacero triplicó su capacidad de producción en los últimos años: de 300 mil a 1 millón de toneladas anuales.
En Monterrey tenemos también a los que sin duda son los cuatro distribuidores y comercializadores de acero más importantes del país: dos con una gran tradición en la ciudad – Villacero, de Julio Villarreal y Grupo ABX (Abinsa), de la familia Hauser – más otras dos empresas que nos dicen que están teniendo crecimientos muy relevantes en los últimos años – Fortacero, de los Treviño, y Aceromex, de Pablo Villarreal. No tenemos datos confirmados de cuánto venden estas empresas, pero según estimaciones de diferentes fuentes, entre las cuatro deben estar facturando cerca de $30 mil millones de pesos.
La lista no termina ahí. En los últimos años, nuevas generaciones buscan oportunidades desarrollando productos de mayor valor agregado, nuevas aplicaciones, o simplemente trabajando con mayor energía y empuje para crecer sus empresas o arrancar nuevos proyectos. Vienen a la mente casos como el de PYMA, el de Acero Tecnología y el de Fisacero, entre otros.
Ternium también debería de contar como regia
Y claro, tenemos al gigante local – Ternium – aún y cuando técnicamente no es una empresa regiomontana. En Mayo de 2005, Techint, la empresa que después se convertiría en Ternium, había llegado ya a Monterrey comprándole Hylsa al Grupo Alfa. Se movieron rápidamente, y un par de años después, ya como Ternium, anexarían IMSA al grupo empresarial. La empresa con sede en Luxemburgo tuvo ventas totales de casi $13 mil millones de dólares en el 2018, de los cuales unos $6,500 millones vienen de sus operaciones en México – y de éstas, prácticamente todo se origina en las plantas que fueron de Hylsa y de IMSA. Emplean a casi 20 mil personas, y es una empresa muy activa en temas comunitarios, sociales e incluso deportivos.
Hay que destacar que aunque la sede oficial de Ternium es Luxemburgo, el CEO de la empresa, Máximo Vedoya, eligió dejar su oficina en Monterrey, y es desde aquí que lidera la empresa a nivel global. Los empresarios regiomontanos entrevistados para este artículo coincidieron en reconocerle a Ternium el estilo de gestión, e incluso su confianza en el país. La inversión que están haciendo en Pesquería, para una nueva planta, es aparentemente mayor a $1 billón de dólares.
La industria siderúrgica ha sido uno de los pilares en la historia empresarial de Monterrey. Hoy, enfrenta todo tipo de retos: el aumento en los costos de la energía, tarifas y amenazas de Trump, necesidad de mejorar temas ecológicos y enormes competidores asiáticos, entre otros. Pero como las recientes historias de estas empresas lo demuestran, los empresarios regiomontanos siguen apostando – y creciendo – en el acero.
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* Miembros de la familia disputan la veracidad de esta anécdota.
Te faltó FRISA de los Garza T.