¿Qué podría pasarle a las marcas mexicanas que no son políticamente correctas en EUA?
Para tenerlo en el radar
Las últimas semanas han sido muy complejas en Estados Unidos. El asesinato de George Floyd vino a desatar una serie de manifestaciones, en todo el país, que sirven para destacar algunos de los graves problemas de racismo que subsisten desde hace décadas.
Muchas de las más grandes empresas, en consecuencia, se han apresurado a tomar medidas para asegurarse que sus marcas no sean percibidas como parte del problema. Aquellas que tienen nombres o que usan imágenes que puedan llegar a asociarse con un pasado en el que algún segmento de la población haya sido discriminado, están ahora cambiando completamente - aún y cuando esto les implicará perder marcas fuertemente posicionadas y de mucha tradición.
Uno de los ejemplos que más sonado es el de Aunt Jemima, usada en mezclas para preparar hot cakes y miel de maple, e introducida desde 1889. En 2019, más de 130 millones de personas en los Estados Unidos consumieron productos con esta marca, propiedad de Quaker Oates, que a su vez es parte de Pepsico.
Ayer nos enteramos también del caso de los helados “Eskimo Pie”, que también decidieron cambiar su nombre.
Todo esto nos lleva a pensar qué podría pasar con marcas mexicanas presentes en ese país. Hay al menos dos casos de productos regios - muy regios y de orgullo en esta ciudad - que allá han tenido crecimientos muy importantes en los últimos años, y que incluyen en su marca conceptos que en estos momentos pudieran llamarle la atención negativamente a una parte importante de sus consumidores.
Es de imaginarse que los responsables de estas marcas estén ya estudiando el impacto que este movimiento pudiera llegar a representarles, y evaluando alternativas. No son escenarios muy comunes en México, por lo que habrá que aprender de qué decisiones se toman.