Perfiles: Mayra González
Hace algunos años, una persona le le dijo que ella tenía tres pecados: ser joven, ser mujer y ser mexicana. En respuesta, ella convirtió esos "pecados" en sus principales fortalezas.
Mayra González es vicepresidente de marketing y ventas para Europa de Nissan Motor Corporation. Fue la primera mujer en presidir una operación de la marca japonesa en todo el mundo (Nissan Mexicana) y en ser directora global de ventas de Nissan en Japón.
Cada mañana, Mayra recorre el camino desde su casa en París hasta el corporativo de Nissan Europa en Montigny-le-Bretonneux, en una camioneta Ariya “que es el mejor carro que he tenido en mi vida, es como si estuviera dentro de una burbuja perfecta”.
Tiene 48 años y lleva 26 de ellos trabajando en la industria automotriz. Ha tenido responsabilidades en distintos mercados: desde EUA y Japón, hasta varios países de LATAM y Europa.
Empezó como vendedora de autos en una concesionaria. “En ese momento era de la marca General Motors y el primer auto que vendí fue un Cavalier azul ópalo a un señor llamado Roberto Hernández”, recuerda la ejecutiva que 17 años después se convertiría en la primera mujer en ser presidenta y directora general de Nissan para un país.
México es uno de los principales mercados para Nissan: el destino donde más vehículos fabrican y exportan, y uno de los pocos que nunca han dejado de crecer —aún en tiempos aciagos, como los que vive actualmente la empresa.
Con su peinado azabache siempre impecable y una capacidad única de entender primero a la gente y luego las operaciones financieras, Mayra es un referente dentro del masculino mundo automotriz. Si bien empezó como vendedora de piso, en 2001 fue reclutada para sumarse a la recientemente fusionada operación de Nissan-Renault para trabajar en un proyecto que tenía el objetivo de crear la financiera de la marca, CREDI NISSAN (hoy es la líder del mercado nacional).
Luego le tocó la tarea de reorganizar toda la red nacional de distribuidores, donde tampoco había mujeres —ni tampoco muchas intenciones de innovar. Se volvió una experta en el tema y los resultados en ventas y en fidelidad de marca la llevaron a exportar su modelo de rediseño a nivel internacional e implementarlo en EUA, China, India e Indonesia. La red mexicana se había convertido en una de las más rentables del mundo.
Lo siguiente fue asumir la presidencia y la dirección de Nissan Mexicana desde 2016 a 2019, tiempos dorados para la marca en el país tanto en aumento de la productividad en sus plantas como en el desarrollo del mercado interno. “Solo en 2016 vendimos 401,055 unidades, el mayor volumen registrado hasta ese momento en la industria”, afirma.
En aquellos años, un ex funcionario le dijo que ella tenía tres pecados: ser joven, ser mujer y ser mexicana. “A todos esos pecados los convertí en mi mayor fortaleza. Siempre trato de imprimir estos valores en todo lo que hago y no hay presentación o conferencia donde no haga alguna referencia sobre ser mujer y ser mexicana, me ha funcionado muy bien”.
Una ciudadana del mundo
Desde que estaba en aquella concesionaria en el sur del entonces DF, hasta su llegada a Nissan Europa en 2024, Mayra González nunca ha tenido miedo de alzar la mano. “Siempre he tomado las oportunidades como se han presentado. Si se abre un elevador me subo y luego veo donde llega”, dice con su voz firme y simpática que no ha perdido en sus cambios de código postal.
Después de una carrera exitosa en México, ella se apuntó para seguir su desarrollo fuera del país.
“Japón fue sinónimo de libertad: por mucho tiempo fui el foco de atención del sector y hubo una sobreexposición de mi rol en el país”, recuerda Mayra, “todo el tiempo estaba acompañada, había exceso de personal de apoyo a mi alrededor y no podía manejar ni mi propio auto.”.
Llegar a Japón con su esposo y su hija de cuatro años fue recuperar justo la posibilidad de manejar —uno de sus mayores hobbies— y alejarse un poco de la mirada pública. La mudanza coincidió con la pandemia y esos dos años encerrados en Tokio afianzaron su familia de tres, abrieron las puertas al turismo local e hicieron que se enamoraran de una cultura que ya sienten muy propia. “Mi segunda casa es Japón, así lo siento”.
Una de sus tareas más importantes fue armar equipo a nivel global, en una estructura llena de silos y con poca comunicación.
“Me entrevisté con cada persona, uno a uno y aprendí que en Japón lo más importante es responder a todos los porqués de cada decisión, como niños, hasta la última respuesta. Luego todos siguen adelante con las indicaciones”, afirma, “llegué a un equipo sin estructura y me fui con uno completamente armado y funcionando. Tan profundo fue el cambio que mi gente lloraba cuando me fui! japoneses llorando, nunca lo habría imaginado!”.
Uno de los mayores desafíos de la etapa japonesa fue precisamente la crisis mundial por el coronavirus. “No había chips disponibles. Y eso frena toda la fabricación de un vehículo. El confinamiento disparó el consumo de electrodomésticos y dentro del mercado global de chips, los que usa el sector automotriz es solo 10% del total y quedamos al final de las prioridades”.
Una de sus responsabilidades fue decidir en qué país y qué volumen de vehículos se iban a fabricar cada día para cada una de las 70 regiones en las que opera Nissan. Tenía que jugar en un tablero estratégico donde pesaban las demandas comerciales y hasta las legales y tenía que convencer a los cinco Chairmen regionales que tiene la empresa en el mundo. “Nunca aprendí tanto de manufactura como en esos años. Vendimos la mitad de vehículos pero con el triple de las ganancias”, recuerda.
Pasada la tormenta pandémica, Mayra se volvió a plantear la idea de seguir consolidando su carrera como ejecutiva global.
“Me acuerdo que vi el mapa y dije ‘¿qué me falta para conocer y liderar?’ Había estado en América y en Asia, pues me faltaba el medio del globo, Europa”, afirma.
Hoy es responsable de ventas y marketing de todos los países de ese continente, desde Gran Bretaña hasta Turquía.
“Lo que he descubierto en estos años es que quien maneja Europa puede manejar cualquier mercado”, dice, “Estados Unidos puede ser grande pero no es complejo. Aquí en una superficie menor, si bien es ‘un solo mercado’ tiene decenas de idiomas, culturas, reglamentos, leyes, estilos, impuestos y hasta monedas”.
Piloto de tormentas
Las crisis parecen marcar los escalones de su carrera profesional.
Cuando ingresó con 22 años al grupo automotriz en 1999, Nissan estaba al borde la quiebra y fue salvada por los franceses de Renault que compraron 43.4% de las acciones.
Ahora, Mayra está a cargo de las operaciones europeas de la marca en medio de una reconfiguración de la empresa y un nuevo plan de negocios para recuperar el rumbo de automotriz, Re:Nissan, el cual plantea la recuperación a través de una estricta disciplina financiera y acciones que incluirán el cierre de 7 plantas a nivel global. .
La meta del CEO global, el mexicano Iván Espinosa, es recuperar la participación de mercado en momentos de cambios arancelarios en todo el mundo (Trump mediante) y ante la invasión de vehículos chinos. El plan de Espinosa para sacar a Nissan de la crisis es acortar los tiempos de desarrollo de nuevos modelos, continuar con el desarrollo de vehículos eléctricos e híbridos y centrar su energía en el mercado más importante, EUA.
“Yo creo que todos formamos una parte importante del plan, y desde Europa me toca mi parte también. Tenemos que entender la evolución de la industria automotriz, que es tan diferente a la que yo encontré hace 25 años”, afirma.
Lo que no es diferente es su temperamento y su permanente necesidad de crecer, en el fondo “sigo siendo la misma vendedora de 19 años con mi carpeta en una agencia buscando el mejor auto para cada persona”.
De Mayra González
“No quiero ser recordada por haber vendido muchos carros. Quiero ser recordada como alguien que creó equipos efectivos y que hice sentir bien a mi gente”
“A todas las mujeres que trabajan les digo lo mismo: no existe el balance de vida y trabajo. Tienen que tomar decisiones que las hagan felices y las dejen tranquilas, pero el famoso 50/50 jamás va a llegar”.
“El tema no es si te casas o no te casas, sino con quién te casas. Necesitas una pareja que catapulte tu carrera, que entienda lo que haces, que te eche porras y que no sea tu competencia”.