La mayoría quiere ver las series en español. Alguien tiene que doblarlas
Cuando Paulina llegó a trabajar a la empresa de su papá, el negocio era básicamente otro. Pero el mercado cambió dramáticamente -y algo había que hacer.
En audio: la complejidad de doblar series y películas.
Cuando Paulina Grande llegó a trabajar a los estudios de grabación que había fundado su papá, a finales de 2018, se trataba ya de una organización de unos 35 años. Grande Studios, en CDMX, llevaba décadas grabando spots de radio y el audio para todo tipo de comerciales. Eso era el negocio principal.
Tenían un poco de experiencia también doblando películas. Unos años antes, Disney les había pedido que tradujeran al español una película de El Cascanueces y a partir de ese momento habían venido haciendo 2 o 3 doblajes de películas al año (prácticamente todas con Disney).
Paulina, quien actualmente tiene 41 años, no había trabajado antes en la empresa familiar. Se graduó de mercadotecnia, en la Anáhuac, y estaba trabajando en una empresa de alimentos cuando su papá le pidió que se fuera a trabajar con él.
Arturo, su papá, estaba un poco cansado. Quería que su hija fuera aprendiendo del negocio.
Llegó justo cuando el mercado estaba a punto de cambiar.
Más allá de la tecnología como tal, detrás del explosivo crecimiento de las plataformas de streaming hay dos elementos esenciales.
Uno es el hecho de su internacionalización: con excepción de Hulu, la mayoría de estas empresas rápidamente buscaron cómo extenderse a más países. El segundo es la apuesta por el desarrollo de contenido propio: horas y horas de series y películas originales para con ello crear gigantescas bibliotecas que les permitieran atraer y retener a más suscriptores.
Netflix es el ejemplo perfecto. De los más de 300 millones de suscriptores que reportó tener a principios de 2025, menos de 30% están en EUA. Por otro lado, y de acuerdo con un reporte de Statista, cerca de 60% de su biblioteca está ya integrada por contenido propio.
Lo anterior significa que Netflix está constantemente produciendo contenido desde muchos países distintos y por lo tanto, en diferentes idiomas. Netflix quiere que todo este contenido sea visto por el mayor número posible de suscriptores —esa es la forma de hacerlo rentable— y entonces necesitan que esté disponible en muchos idiomas diversos.
En 2021, Squid Games resultaría ser todo un fenómeno global. Pero para lograr el tipo de cifras que alcanzó, Netflix se encargó de ponerle más de 30 opciones de subtítulos y doblar la serie a 12 idiomas —y muchas más personas la habrían visto en una versión doblada, que con subtítulos.
En la reciente historia del streaming, hay varios momentos que resultarían críticos. En 2011, por ejemplo, Netflix empezó a crecer fuera de EUA —expandiéndose primero a Latinoamérica, de hecho— y en 2013 lanzó su primera serie original (House of Cards).
Pero quizás el tipping point de esta industria habría sucedido entre 2019 y 2020. En un espacio de apenas unos meses, llegaron al mercado Apple+, HBO Max, Peacock y Disney+.
Paulina tenía apenas unas cuantas semanas trabajando en Grande Studios, cuando se encontró con que estaba explotando la demanda por servicios de doblaje —prácticamente de un momento a otro. Todo mundo quería tener la biblioteca de contenido más grande y más completa para convertir al mayor número posible de suscriptores, y esto implicaba una urgencia porque todas las series y las películas estuvieran disponibles en español.
Mientras que en EUA la mayoría de las personas prefieren los subtítulos, en México es muchísimo más común consumir el video en la versión doblada. Según algunas estimaciones, en las grandes cadenas de cine de este país cerca de 80% de los asistentes eligen la versión doblada (vs la versión subtitulada). Algo similar sucede con las series: aunque no existe un dato oficial, de cada 10 personas en Latinoamérica que vieron Stranger Things, 8 o 9 prefirieron la versión doblada.
Antes de 2019, Grande Studios necesitaba doblar 2 o 3 películas al año. Eran además películas programadas para el cine, y había por lo tanto suficiente tiempo como para planear.
De repente, todo cambió. Aparecieron muchos clientes nuevos, todos con mucho contenido que querían doblar, y todos tenían prisa. Nadie estaba listo para atender este nivel de demanda.
Grande Studios comenzó a trabajar con Netflix en 2019. Cerraron también acuerdos con Universal, Paramount y con Warner.
Y entonces, llega COVID.
Todo mundo a su casa. Todo cerrado.
Pero la demanda ahí seguía. Peor aún: las plataformas querían aprovechar el momento en el que los clientes potenciales estaban ‘aburridos’ en sus casas. Doblar contenido se volvía apremiante.
Paulina buscaba cómo sí. Comenzó a diseñar un proceso para que el talento pudiera grabar desde sus casas, para luego editar remotamente.
Era un concepto ineficiente y que difícilmente lograría el nivel de calidad que exigían los clientes.
¿Y si desarrollaban un estudio de grabación móvil?
“Tú estás loca”, le habría respondido su papá.
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