La irresponsabilidad de darle FWD a las "buenas noticias"

Por René Lankenau H
En un momento tan caótico y lleno de incertidumbre hacen falta buenas noticias. En este entorno, los mensajes positivos son esenciales para poder encontrar soluciones y poder pensar en cómo resolver la situación.
Pero esto no quita que tengamos que ser cuidadosos con ello.
En días pasados circuló en chats información acerca de un estudio que mencionaba a la hidroxicloroquina como un remedio para el COVID-19. Para acabarlo de ‘validar’ el presidente Trump anunció en una rueda de prensa que este compuesto ‘cambiaría el juego’, y muy a su estilo, lo remató unos días después en Twitter.
¿El resultado? Con la mejor de las intenciones, muchísimas personas en Monterrey — y seguramente en todos lados — estuvieron reenviando información sobre este tema, como la ‘cura’. “Ya encontraron la cura”, se puede leer en algunos mensajes.
La consecuencia natural fue que muchos se apresuraron a las farmacias para abastecerse de Planequil, el nombre comercial de este compuesto. Casi una escena de la película de Contagion.
Aquí hay dos problemas, ambos muy relevantes.
El primero es el desabasto de Planequil. Este medicamento se utiliza regularmente para tratar condiciones crónicas, como lupus y artritis, y pacientes que lo necesitan con este objetivo, comenzaron a batallar para conseguirlo.
Tuto Assad, de Vitau, contó que recibieron un enorme volumen de llamadas y mensajes pidiendo este medicamento, y hoy las cantidades disponibles para sus clientes regulares, quienes lo usan para condiciones crónicas, son tremendamente limitadas. Es un caso en el que personas que en la actualidad realmente no lo necesitan, lo están acaparando a costa de quienes sí lo necesitan.
El segundo es que ni siquiera se sabe si será adecuado para el coronavirus, y que además puede tener efectos secundarios relevantes.
En conferencia de prensa el doctor Guillermo Torre, rector de TecSalud afirmó que este medicamento “no es la panacea que dice el presidente Trump” y que tiene potencial de desarrollar complicaciones importantes.
“No debe de usarse, no debe haber desabasto porque no debería tenerla la gente almacenada como un medicamento mágico que va a curar la enfermedad”, insistió. “No es algo que debe usar un paciente asintómatico en su casa”.
“Mi recomendación contundente: no deben hacer eso. Es incorrecto. Es un medicamento que se ha ensayado en un número reducido de pacientes, que se está probando en el hospital con un protocolo claro, en donde eventualmente vamos a saber si funciona o no”.
¿Está bien compartir noticias buenas por WhatsApp? La respuesta no es ni un categórico SÍ, ni un NO absoluto. Depende. Depende de qué tan precisa sea la información, y depende de qué quieras lograr con ello. En casos como éste, por tratar de lograr algo bueno en la comunidad, puedes terminar siendo parte de la creación de un nuevo — y hasta posiblemente, grave — problema.