En MTY todavía no hay scooters - pero sí emprendedores

De un día para otro – o al menos, así se siente – muchísimas ciudades alrededor del mundo se vieron invadidas por miles de ‘scooters’ eléctricos, que se rentan utilizando una aplicación, para trayectos cortos. Miles de millones de dólares de fondos de venture capital alimentan empresas como Grin, Lime y Bird, y éstas se han encargado de tapizar los centros de grandes metrópolis con estos vehículos. Todo esto es parte de la ola que busca transformar la manera en que nos movemos, buscando alternativas más eficientes y menos contaminantes.
El negocio no es fácil. Un buen ejemplo es el caso de Bird: ha recibido $700 millones de dólares de parte de los inversionistas con una valuación de $2.5 billones de dólares. ¿El resultado? En el primer trimestre de 2019 registraron pérdidas de casi $100 millones de dólares – con ingresos de apenas $15 millones de dólares en el mismo período, de acuerdo con información de The Information.
Esto no frena el entusiasmo de emprendedores e inversionistas por el segmento. Las dinámicas de las grandes ciudades hacen que este tipo de soluciones sean indispensables para el futuro, dicen, así que ahora lo importante es crecer y encontrar cómo hacer rentable el modelo.
Y es aquí donde entran Iván Villasana y Eduardo Vázquez, emprendedores regios cuya propuesta es crear una red de estaciones de carga para este tipo de vehículos. Un esquema así, señalan, tendría un enorme impacto no solamente en el cuidado de los scooters y en el orden dentro de las ciudades, sino sobre todo en reducir los costos de operación del servicio.
“El costo de cargar los scooters puede llegar a ser el 58% de lo que cuesta operarlos”, afirma Iván. “Con nuestras estaciones esto podría reducirse hasta en un 30%, y eso es valiosísimo para estas empresas”.
Wheeling Mobility, su empresa, recibió $400 mil dólares de inversión en abril de este año, y esto lo han utilizado para fabricar las primeras estaciones (por medio de un acuerdo con Semex) y a la vez están buscando acuerdos con las empresas con quienes buscan aliarse para instalar estas estaciones.
Una de sus principales ventajas, explica, es que son terminales ‘multimarca’ – que pueden cargar scooters de todas las empresas. Y con el objetivo de tener una estación disponible cada 300m2, en las ciudades en que sean necesarias, creen que será muy atractivo para las empresas incentivar a sus usuarios a utilizar las estaciones.
Lo que sigue ahora es instalar y comenzar a probar ‘en campo’ sus primeras estaciones. Eso les permitirá afinar bien el modelo y cerrar los acuerdos comerciales con las empresas, para entonces sí intentar crecer de manera muy acelerada. Para ello necesitarán cerrar una Serie A de inversión – algo que están ya preparando.