Economía Presente - CFE

Por Juan Carlos Calderón
En días recientes la CFE, las energías limpias y el CENACE (Centro nacional de Control de Energía) han sido tema central en las noticias. Existen diferentes puntos de vista respecto al tema. Para entenderlo y no caer en la desinformación hay que analizarlo desde varios puntos de vista.
La problemática actual
El CENACE por medio del acuerdo de COVID-19 impedirá que la electricidad generada por energías eólica y solar se transmita a través de la red de distribución eléctrica. Así mismo se suspenden pruebas preoperativas lo que afectará el desarrollo y puesta en marcha de proyectos. Con estos cambios se afectan los derechos de los inversionistas y el financiamiento relacionado a los proyectos.
En mi opinión estas medidas se dan a partir de una caída del 10% en el consumo de electricidad debido al COVID. Esto contrasta con un crecimiento anual promedio del 3% en el consumo en los últimos años. Las medidas, más allá de tener una motivación de la crisis de salud que estamos viviendo, tienen como objetivo quitarle competencia a la CFE y también apoyar a PEMEX, dado que se utiliza combustóleo en un buen número de plantas de generación de CFE. Desgraciadamente en el afán de proteger a estas empresas e indirectamente a las finanzas públicas se producen muchos costos directos e indirectos.
Los costos del acuerdo
El costo de generación de energías limpias en los contratos de largo plazo es 44% inferior a los de CFE. ¿Quién paga estos costos? Para empezar los consumidores residenciales, es decir las familias. Las ineficiencias de CFE también le cuestan a las empresas y elevan los costos de producción, con esto los productos que son intensivos en el uso de electricidad se encarecen. Asímismo, nos hacemos menos competitivos para el comercio exterior. El costo de energía para las empresas grandes es 23% más elevado que en Estados Unidos, en el caso de la empresa mediana es aún peor, llegando al 52%.
Desgraciadamente el costo económico no es el único. También la certidumbre para el inversionista nacional e internacional se ve afectada nuevamente. Esta nueva medida, aunada a los casos del NAICM, los gasoductos y la planta de Constellation Brands, generan gran incertidumbre para los inversionistas lo que disminuirá la inversión privada, tanto nacional como extranjera. Con menor inversión, habrá menor crecimiento económico, menor empleo y salarios más bajos.
Se afecta el marco de competencia, lo que es particularmente grave en un país donde tenemos muchos oligopolios, y monopolios privados y públicos. El sector eléctrico en México estaba en una dinámica de competencia saludable y éramos uno de los países con más alto crecimiento en la oferta de electricidad limpia.
También el medio ambiente se ve afectado al tomar una postura retrograda donde usaremos más combustóleo que genera más CO2. Esto a su vez contribuye a enfermedades respiratorias producto de la contaminación. Paradójicamente un acuerdo que tiene en su nombre al COVID no ayuda a la salud de la población.
Visión Estratégica
México tiene una ventaja estratégica porque somos de los países más ricos en energía solar y eólica. El futuro de la electricidad está encaminado a este tipo de energías, la electricidad generada por hidrocarburos será menos relevante en los años por venir. CFE pudiese tener un posicionamiento estratégico y eficiente en el futuro de la electricidad en México - un futuro que está en la red de distribución. Es urgente invertir en la misma.
Mantener compañías públicas ineficientes tiene grandes costos económicos que pagamos los contribuyentes. ¿Qué opinaría el presidente si CFE fuera una compañía privada, ineficiente, y siendo un productor caro esta compañía pidiera que se le quitara la competencia? Seguramente diría que no es posible, no hay rescate, y que se haga responsable el empresario.
¿Qué hacer?
El futuro de la energía en el mundo será dominado por las energías limpias. Protegen a la ecología, son abundantes y son renovables. El país tiene condiciones naturales muy favorables para generarlas. Solo faltaba que aumentaran su eficiencia y bajaran su costo - algo que ya sucedió y que seguiría acelerando en los siguientes años. Es un gran error estar anclados al pasado: el costo lo pagaremos consumidores, contribuyentes, medio ambiente, e incluso en la salud de nuestros ciudadanos. Más allá de ideologías políticas, es importante ejercer nuestros derechos democráticos para que nuestros servidores públicos vean por el bien común en México. Las cámaras empresariales, partidos políticos y sociedad civil nos deben de servir como medios de expresión para ir creando en el presente las condiciones de un mejor futuro para nuestro país.
El autor es fundador de Arvo Capital - Síguelo en Instagram: arvo_jccalderon