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Versión en audio

En las últimas semanas, hemos tenido la oportunidad de hablar con equipos de fundadores construyendo una nueva generación de startups en Monterrey. Destacamos aquí algunas de las que más nos han llamado la atención. Todas son todavía empresas muy pequeñas, pero que comienzan a figurar dentro de sus segmentos y que creemos que tienen todo para irse convirtiendo en jugadores cada vez más relevantes.

CLIX

En esta ciudad hay ya cerca de 1,000 “Clixers” - la gran mayoría en San Pedro, y de menos de 25 años. El primer requisito para ser parte es tener un buen número de followers en Instagram - por lo general, entre 1,000 y 10,000 - y además se trata de personas que les gusta salir y que sobresalen en su círculo social.

Los Clixers tienen a su disposición una especie de marketplace de descuentos, importantes (muchos, que pueden ser hasta de 50%), para consumir en una selección ‘curada’ de lugares - restaurantes como Bardot, Hanaichi, Mochomos o Sibau, o tomar clases de pilates en Atoms Studio, o ir al Top Golf. A cambio, se comprometen a subir una ‘story’ en su cuenta de Instagram (no un anuncio como tal, sino compartir su experiencia).

En qué van: es increíblemente popular en un determinado segmento. Tienen al menos unas 300 personas en lista de espera para convertirse en Clixers, y alrededor de 60 negocios y restaurantes que ofrecen descuentos.

Modelo de negocio: los negocios, además de otorgar los descuentos, pagan a la startup una mensualidad.

Por qué funciona: porque “conectaron” bien con el segmento social que necesitaban - y a quienes los negocios quieren ver como clientes regulares. Para los negocios, es también una alternativa (o complemento) a las campañas con influencers “tradicionales”. Éstas tienen mucho más alcance, pero son también mucho más caras y “suenan a anuncio”. Las stories de los Clixers suenan mucho más orgánicas, y aunque van a audiencias mucho más pequeñas, podrían ser audiencias más valiosas para estos negocios en particular (aún así, el mes pasado dicen haber generado más de 1 millón de views, solamente en San Pedro).

Qué han hecho bien: empezaron en mayo de 2020, en plena pandemia, y primero ejecutando todo “a mano”. O sea, no se frenaron para invertir en tecnología sino hasta que ya tenían un modelo funcionando. Ahora sí cuentan ya también con la plataforma para automatizar la operación y poder estar midiendo sus resultados.

Dónde está el problema (posible): ¿qué tan escalable es? El valor de esto está, en gran medida, en la exclusividad. Ni la lista de Clixers debiera crecer mucho, como tampoco la de los negocios. Significa entonces que tendrían que crecer geográficamente, y esto nunca es fácil. Y como todos los negocios que requieren de popularidad para ser exitosos, hay un cierto nivel de fragilidad siempre presente. Es algo que los fundadores van a tener que monitorear siempre.

Qué sigue: crecer primero a otras zonas de Monterrey, y luego a otras ciudades.

Fundadores: Carlos Garza, Ana Paulina Rodríguez

SlightPay

Dentro del mundo del fintech, uno de los segmentos que más ha crecido en los últimos 24 meses es el de las plataformas de ‘buy now, pay later’. Startups como Afterpay, Affirm y Klarna popularizaron la opción de convertir las compras en línea en planes de cuatro pagos, usando un formato inmediato - y más fácil de entender que los términos de las tarjetas de crédito.

Karen Martínez y Gabriela Piccone crearon hace 5 años Yubox, una solución para convertir el saldo de las tarjetas de crédito en un plan de pagos fijos. Las emprendedoras regias encontraron un sencillo hack para permitirle a sus clientes diferir los pagos de sus tarjetas sin tener que pagar los intereses regulares de su propia tarjeta.

Ahora las emprendedoras están tomando esta experiencia, y lanzando a la par SlightPay: justamente una plataforma de ‘buy now, pay later’. Mientras que en Yubox el cliente que contrata el servicio es el consumidor final, en SlightPay es el negocio quien adopta la solución, para que luego sus propios clientes puedan ‘partir’ sus compras.

En qué van: la plataforma está ya funcionando, por ahora implementada en algunos negocios locales.

Modelo de negocio: los negocios pagan una comisión para poder ofrecer esta opción a los clientes, y el usuario también termina pagando un fee.

Por qué funciona: porque desarrollaron una solución que se integra fácilmente con las principales plataformas de comercio electrónico (incluyendo a Shopify y plataformas propias).

Qué han hecho bien: diseñan soluciones con una visión muy práctica, que se sienten simples - en el buen sentido. A la vez, han podido perseverar y siguen operando de una forma muy austera.

Dónde está el problema (posible): los competidores son gigantes. Gigantes. Y como la mayoría de las startups de fintech, son modelos de negocio ‘centaveros’, lo que significa que necesitan escala para realmente poder ganar dinero. Karen y Gabriela van a necesitar inyectarle recursos - y muchos - para poder crecer exponencialmente su empresa.

Qué sigue: concretar acuerdos con más negocios.

Fundadoras: Karen Martínez y Gabriela Piccone.

CodersLink

Hace algunas semanas, Techcrunch publicó un artículo acerca de lo atractivo que se ha convertido para las empresas americanas buscar en México ingenieros y programadores. La demanda de talento con capacidades técnicas explotó, a nivel global, y México es un país que gradúa cientos de miles de ingenieros - muchos de los cuales cumplen con lo que buscan las empresas del vecino país del norte.

Jesús Salas, Daniel Cantú y Jesús López vieron esta oportunidad desde hace seis años, y fundaron en San Antonio CodersLink: una empresa para ayudarle a empresas de EUA a contratar equipos técnicos en México.

Hoy atienden a cerca de 100 clientes corporativos y son ya un jugador reconocido entre las empresas que buscan talento en México, o que incluso quieren contratar a un equipo completo en nuestro país.

En qué van: están ya trabajando con empresas como Google (le están armando un equipo de 50 ingenieros), Etsy, Pinterest, etc.

Modelo de negocio: los clientes les pagan por reclutarles a las personas que necesitan, o por manejarles un equipo completo. También les asesoran en el proceso de desarrollo de sus propias oficinas en nuestro país.

Por qué funciona: porque lograron convencer a los clientes que el talento en México es tan competitivo como el de cualquier otro lugar, y que por las condiciones del país, hace mucho sentido reclutar aquí (o incluso instalar aquí un equipo de desarrollo completo).

Qué han hecho bien: es una startup completamente ‘bootstrapped’ - o sea, que los fundadores han podido crecerla aún sin recibir inversión de parte de terceros. Aguantaron bien unos primeros años difíciles y más bien lentos.

Dónde está el problema (posible): si bien los primeros años fue difícil encontrar a los clientes, ahora empiezan a ver un mayor reto en conseguirles candidatos, pues aunque en México el pool de talento es enorme, en la mayoría de los casos se trata de ingenieros más bien junior, y muchos clientes requieren también desarrolladores ‘intermedios’, o ‘senior’.

Qué sigue: continuar mejorando su capacidad de atracción de talento, en beneficio de sus clientes y a la vez, establecer mecanismos para que ellos mismos puedan ayudar a los candidatos a avanzar su formación y sus carreras profesionales.

Fundadores: Jesús Salas, Daniel Cantú y Jesús López

Monto

Fundada por Andrés Quintanilla, esta fintech regia está desarrollando una plataforma de “salary on demand”: permite a los empleados acceder a la parte de su sueldo que ya trabajaron, sin tener que esperar la quincena. Es un modelo que ha explotado en popularidad, y Monto, su empresa, cuenta ya con el respaldo de un grupo muy importante de empresarios locales como sus primeros inversionistas.

Andrés pasó más de 10 años en Goldman Sachs (en EUA, Suiza y Londres), y regresó a México para lanzar esta iniciativa que, señala, está ya hoy disponible para más de 10 mil empleados de sus primeras empresas cliente. Además acaba de incorporar como socia a Karina Derbez, la nueva CTO y quien llega después de una experiencia de 8 años en Microsoft.

TUDI

TUDI es un monedero electrónico que - al igual que otros en esta categoría - permite a sus clientes pagar servicios, hacer recargas de tiempo aire, transferir dinero, pagar en tiendas, etc. Pero TUDI fue diseñado para funcionar a la vez como una herramienta de marketing para los comercios, y que les permitirá ofrecer promociones específicas a subsegmentos específicos de sus clientes.

Detrás de TUDI está Stella Tech, de Carlos Álvarez y Jaime Cantú, junto con un equipo con una larga trayectoria en fintech y pagos electrónicos. Hace apenas unas semanas recibieron formalmente la autorización para operar bajo la Ley Fintech, así que ahora tienen luz verde para crecer; seguramente podrán apalancarse de la enorme plataforma que han construido a lo largo de los años con Diestel.

El ecosistema emprendedor en México pasa por un momento muy especial. Varias startups creadas hace apenas unos años se han convertido ya en empresas con un enorme impacto en sus respectivos segmentos, y esto a su vez atrae a cada vez más inversionistas. El tamaño de las rondas de inversión - y de las valuaciones - no deja de sorprender. Ahora depende de los equipos de emprendedores que puedan ejecutar con disciplina, mantener una actitud creativa, y perseverar.

Esto va a cambiar, y rápido.

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