“Pues ya está, nos vemos entonces la siguiente semana. Nomás que no se te olvidé hacer la reservación en La Nacional”, me dijo el cliente. Como toda persona que viaja de trabajo desde la Ciudad de México, no puede fallar su visita a La Nacional.
La alcachofa asada, el rib eye a la sal, tacos de fideo seco, tacos de filete con tuétano….basta dar una vuelta por las mesas, para ver que en toda ellas habrá al menos uno de estos platillos…o todos.
La Nacional ocupa un lugar especial en Monterrey. Es un verdadero outlier en el mundo restaurantero local, en donde los demás hablan y especulan acerca de éste y del resto de los restaurantes de Felipe Chapa – aunque pocos se atreven a opinar públicamente. La admiración y respeto que le tienen al empresario viene acompañada con un pequeño toque de temor.
A nadie se le olvida que en 2012 demandó a cocineros de El Siciliano, acusándolos de haberse robado la receta de su alcachofa asada. Hoy en día, para trabajar con el grupo, así sea como proveedor externo, hace falta firmar un NDA.
Según Trip Advisor, está en séptimo lugar de los restaurantes mejor calificados de Monterrey. Pero si consideramos solamente aquellos que tienen más de mil calificaciones — y con más de 1,500, La Nacional es por mucho el que más tiene — sería el segundo lugar (con El Gaucho en el primer lugar).
¿Cuánto vende este negocio? En base a estimaciones de expertos en la industria, La Nacional debe estar ingresando entre $14 y $15 millones de pesos en un mes regular, con la posibilidad de que en un mes como diciembre esa cifra pudiera superar los $20 millones de pesos.
José Antonio Chaurand, de Residente, explicó que el promedio de ventas de la industria en Monterrey es de aproximadamente $1.2 millones mensuales por restaurante, con márgenes que andan entre un 8% y un 10%.
No así el caso de La Nacional. Nadie sabe qué tipo de márgenes tiene, pero hay quien estima que fácilmente supera el 30%. El Gallo 71, otro de los restaurantes del grupo, quizás no llega a los números de facturación de La Nacional pero tampoco debe estar tan lejos. Si le sumamos las proyecciones del Mercurio, más el Skin Joint — su restaurante más casual — así como la sucursal de La Nacional de la Avenida Madero, estaríamos hablando de una facturación que debe rondar los $500 millones de pesos anuales.
¿Qué hay detrás de este éxito?
Detrás de esto está el enfoque — obsesión, dirían algunos — de Felipe Chapa. Todas las personas con quienes hablamos mencionaron cosas similares: una persona que no deja pasar el mínimo detalle. Que es el primero en llegar y el último en irse. Que tiene a su equipo motivado – por las buenas y por las malas. Que quiere el mejor diseño. Que quiere los ingredientes de mayor calidad (“y que no los tenga nadie más”: que la carne venga de un solo rancho y que nada más sea para SUS restaurantes). Que los meseros sean extraordinarios en la atención. Que la iluminación caiga perfectamente sobre cada platillo. Que el centro de distribución esté impecable. Que todo salga a tiempo. Que el sabor sea siempre consistente….y extraordinario.
“No le falla nada en los restaurantes….le mete billetes a los sueldos, tiene un control absoluto de todo”, señaló un experto.
Felipe Chapa quiere ser el mejor. Siempre. Ya no es cuestión de dinero — eso es quizás el “scorecard”. Aquí se trata de perfección, siempre.
Hoy, sus restaurantes son únicos en Monterrey. Son populares entre los regios — desde familias hasta políticos — y son probablemente aún más populares entre cierto tipo de viajeros que visitan esta ciudad. Hace algunos meses El Norte publicó un reportaje sobre algunas regiomontanas que viven en CDMX. Entre otras cosas, les preguntaban sobre sus “hot spots” en Monterrey. Todas mencionaron La Nacional, El Gallo…o los dos.
Y es que estos restaurantes se han convertido en parte de una especie de identidad “norteña sofisticada”. Hay pocos casos de restaurantes regios que perduran en el tiempo y que llegan a convertirse en destinos usuales — El Gaucho y el Casagrande serían dos ejemplos.
Pero nada como el fenómeno de La Nacional.
Felipe Chapa viene de una familia con una enorme tradición empresarial en esta ciudad. Su familia empezó un negocio de abarrotes hace casi 100 años, que hoy sigue operando pero en un modelo y con una marca más acorde a la época: 7 Eleven. Tienen unas 1,800 tiendas en todo el país, y estimando que su facturación promedio ande en unos $800 mil pesos por tienda, estaríamos hablando de una empresa con ventas de más de $17 mil millones de pesos al año. Seguramente sus márgenes no tendrán nada que ver con los de La Nacional — aquí a duras penas llegarán al 9% — pero aún así se trata de una empresa gigante. Probablemente una de las empresas privadas más grandes en Monterrey.
Esto no le quita mérito a lo logrado por Felipe Chapa. Todo lo contrario: es otro ejemplo del espíritu empresarial de Monterrey, canalizado a otra industria, en otro momento y creando su propia fórmula para competir.
Ahí la lleva.
Publicado originalmente en noviembre de 2019